Carlos Pedrós – Actor y Guionista en Abubukaka

Quien realmente vive por y para la cultura, tiene en su ADN, a un superviviente. Sabe sobrevivir y vivir en una suerte de crisis continua donde unas veces sí, y otra veces no. En este “mundillo”, donde se saca la cabeza del agua para coger aire, y aguantar los próximos y únicos cinco o seis meses que tenemos cubiertos, la crisis, es la norma. Nadie se mete en esto pensando en que va a ser una playa tranquila, y quien lo hace, acaba desistiendo. En los que se quedan, y como ocurre en otras tantas profesiones -permítanme nombrar a los sanitarios- , está siempre latente, la vocación. Y como la vocación es una fuerza de la naturaleza que nos arde en las entrañas, esta vez, tampoco vamos a bajar los brazos y rendirnos. Abrazaremos nuevas formas, inventaremos, innovaremos, descubriremos, y lo haremos brillar para que se quede para siempre con nosotros. Estaremos listos para el ensayo y el error. Y en poco, seremos mejores de lo que éramos.

En esta ocasión -nada más y nada menos que en una post pandemia- nos va a tocar bailar con una a la que históricamente no le hemos hecho mucho caso, pero que cada vez más, con más acierto y claridad, se nos revela como una gran aliada; la tecnología. Por obligación y necesidad, se ha hecho fundamental en estos tiempos de confinamiento, de fases, de desescalada… y el matrimonio ha salido bien. Con estos descubrimientos, con los que algunos ya coqueteaban con éxito, y que ahora son accesibles para todos, perfeccionaremos ideas con el único fin de siempre; emocionar, transformar e inspirar. Con una canción, con un obra de teatro, con una danza, con un cuadro, con una escultura. Vamos a tender puentes nuevos entre islas, y desde las islas para el mundo. Vamos a seguir haciendo cultura.